El Realismo y Naturalismo: La Regenta (1884- 1885) (Leopoldo Alas. Clarín)
LA REGENTA
de Leopoldo Alas "Clarín"
Serie de TV:
Personajes de la novela
Ana Ozores
Ana es la protagonista, es una joven de 27 años guapa, que sufre crisis nerviosas producto de sus recuerdos, por la añoranza de la madre y los intentos por suplir su ausencia, la malicia y malos tratos de la señora que la cuidaba, la ausencia del padre, la soledad, la dura educación a la que estuvo sometida, y las críticas recibidas. Se entrega a las lecturas de textos religiosos que enriquecen su visión del mundo y la incitan a escribir, pero su inquietud literaria se ve frustrada por los convencionalismos del medio social, que ven mal que una mujer sea literata. Siente frustración respecto de la maternidad, vive en la reclusión de la castidad: ya que su marido no logra verla como mujer, sino como a una hija. Ante este panorama, se refugia en la religión.
Fermín de Pas
Magistral de la Catedral. Su pasión por la Regenta parece poder redimirle; sin embargo, cuando ella se entrega a su rival, don Álvaro Mesía, los celos le llevan a traicionarla y ser el causante de su caída. Es un hombre ambicioso y calculador.
Álvaro Mesía
Es un joven atractivo, un conquistador. Ana no es indiferente ante él, que representa una tentación a la que está dispuesta a no sucumbir, o al menos a mantener en un nivel puramente platónico.
Víctor Quintanar, el Regente
Ex-regente de Vetusta, forman un matrimonio que se reduce a un simple formalismo social. Viven bajo un mismo techo, pero duermen en habitaciones separadas.
Argumento
La bella Ana Ozones, hija de un revolucionario obligado a emigrar y huérfana de madre, a la muerte de su padre, es recogida por dos tías hipócritas, doña Anuncia y doña Águeda, cuya única inquietud por la joven se reduce a encontrarle un marido rico. Así, al cumplir los 20 años de edad la casan con don Víctor Quintanar, magistrado de cincuenta años, bueno, amable y culto. Ambos se marchan a Granada, pero poco después se instalan en la ciudad provinciana de Vetusta (que es Oviedo en realidad) , pues don Víctor es nombrado regente de la audiencia en dicho lugar. Desde este momento todos conocen a Ana Ozores como la Regenta.
La diferencia de edad con su esposo, quien además se desentiende física y espiritualmente de ella, ocupado sólo en ir de cacería, criar pájaros y leer obras de teatro así como la carencia de hijos, son una amarga experiencia para Ana, que se siente ahogada por el ambiente que la rodea.
Tras ocho años de matrimonio, frustrada y vacía por la vida rutinaria de Vetusta, busca consuelo en la religión, inducida por su confesor don Fermín de Pas. Pero el trato frecuente de Ana con el sacerdote, joven de 35 años de edad, involuntariamente despierta en él una pasión amorosa, de la cual ella se aparta horrorizada.
Don Álvaro Mesía, un donjuán, intentaba seducirla, sin que ella le prestara atención; pero al descubrir los sentimientos de su confesor, la desilusión le impulsa a entregarse a Don Álvaro.
Cuando el confesor se entera de este hecho, cegado por los celos y el deseo de vengarse, usa a la criada, Petra, para contar al marido el adulterio de Ana. Quintanar reta a duelo a Álvaro. Inesperadamente, este mata a don Víctor y huye de Vetusta.
El desenlace de la obra es dramático: menospreciada por la hipócrita sociedad de Vetusta a raíz de estos sucesos, Ana también sufre el rechazo de su confesor, don Fermín, a quien ella acude en busca de consuelo. Cuando ella llega a la iglesia, buscando que este la entienda y la consuele, Fermín la rechaza y la empuja, y Ana queda en el suelo de la Iglesia destrozada.
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